lunes, 6 de enero de 2014

HAY OTRA SENDA

Por: Gustavo Montenegro Cardona

Las diferentes expresiones culturales también se narran oficialmente generando un imaginario colectivo sobre su sentido generalizado y creando símbolos comunes apropiados de manera masiva. Sin embargo, la comunicación emerge como una herramienta para impulsar nuevos textos que a su vez ayuden a resignificar la expresión desde aquellos mundos que circulan paralelamente al acto oficial instalado culturalmente. Así surge La Otra Senda, un relato diferente para conocer la tras escena del Carnaval de Negros y Blancos en la ciudad de Pasto, la capital de Nariño, en nuestro bello sur.

Por la senda delimitada oficialmente se juega con el agua el 28 de diciembre y los cuerpos parecen purificarse para recibir la fuerza del fuego transformador tres días después en los rituales casi sagrados del nuevo año. Por un acto de conciencia, como símbolo de la protección ecológica, o como contra-respuesta a la tradición, otros caminantes urbanos se toman las calles para pintar sobre el asfalto cientos de dibujos que expresan lo más íntimo de sus sueños y anhelos, sus experiencias vitales, o simples trazos infantiles para sólo decir no desperdiciemos el agua.

Ecológicos, con pólvora encaletada, altos, gordos, rellenos de trapo, cubiertos de aserrín, pintados, sin pintar, de todo tipo, forma, color y estatura, surgen monigotes de todo tipo para quemar la nostalgia del año que se despide el 31 de diciembre. Tras el ritual se definen también formas sociales y culturales que expresan la opinión política o nuevas formas de relacionamiento social, económico y cultural en forma de muñeco de año viejo. La otra senda se convirtió también en un mercado apto para ayudarle al ciudadano a quemar su pasado. 
 
La cultura que no es estática y como energía del pueblo se transforma, también se readapta y se renueva. Para la organización del Carnaval resultó interesante abrir la puerta a una cabalgata para que desfilara en la senda oficial de la fiesta del sur, para otros caminantes del carnaval la propuesta generó una protesta que se manifestó en un andar de bicicletas que bajo el lema de “caballitos de acero” se apoderaron de la senda oficial para reclamar cuidado y protección a los animales que resultan maltratados al marchar sobre el asfalto caliente y rígido. La otra senda posó sus ojos narrativos en esta historia que impactó en las audiencias que resultaron más a favor de la ronda ciclística que de la cabalgata convocada por la oficialidad. 



En la senda hay juego de talco, carioca y consumo de pasabocas. En la otra senda hombres, mujeres, familias enteras buscan la manera de aprovechar la economía local como fuente de ingresos adicionales para contar con dinero suficiente para cubrir los gastos imparables de la cotidianidad. En la otra senda hay historias que invitan a reflexionar.

En la senda surgen estampas de un pasado que a fuerza de lúdica, música y arte reviven la memoria del pueblo pastuso. En la otra senda emerge el teatro como una voz pregonera para que la familia se reúna alrededor de la expresión escénica. La voz teatral se hizo sentir el cuatro de enero como texto que también solicita su espacio fuera de las expresiones del juego tradicional. La otra senda es el escenario abierto para quienes se alejan del talco, la carioca y el cosmético. 



Las familias que viven del reciclaje, el ambiente que se genera durante la preparación del día magno, la soledad de algunos, la resistencia de otros, el silencio de la calle periférica, y la melancolía del que se resiente por los días de baja economía que genera el carnaval son los otros relatos que surgen en la otra senda mientras en la plaza se juega a pintar los rostros con cosmético negro en memoria del Rey visitante en el pesebre de Belén.

La calle vacía, la historia no masiva, el cuento menos popular. El relato tras bambalinas. El silencio, los otros símbolos, las voces diferentes, las expresiones disidentes, las protestas y las nuevas narraciones son los contenidos que se han procurado explorar en esta Otra Senda.


Se integra al propósito comunicativo la construcción de relatos digitales a través del uso de herramientas tecnológicas que ayudan a combinar los multienguajes en entornos web para entregar mayor posibilidades de interacción con los lectores, oyentes, y televidentes. Texto sonoro, escrito y visual se concentran en las plataformas generadas por el Centro de Creación de Contenidos Culturales del departamento de Nariño, fuente de producción apoyada por el Fondo Mixto de Cultura de Nariño y la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura.

Hoy, que viva el seis, que la senda se cubra de juego, magia y carnaval, nosotros nos veremos en 2015, nos encontramos en La Otra Senda.

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